alexertech

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viernes, 28 de noviembre de 2014

Cuando un niño comienza a salir de la cuna, pueden también comenzar los problemas con algunas razas de perros. En efecto, una vez que el bebé aprenda a gatear, y luego a caminar, ciertas mascotas podría no reconocer el cambio, y ser un potencial peligro para el niño.


Sucede que un perro con un fuerte instinto de caza, como el dogo o el rottweiller, podría, como señalamos, no reconocer inmediatamente el cambio producido en su hijo, pues en su mente sólo permanecerá el bebé de los primero tiempos, incapaz de moverse por sí mismo y de transitar por la casa.

Así, en este tipo de perros, se podrá despertar una conducta depredadora, incluso cuando jamás la hayan demostrado previamente; de hecho son varios los dueños que señalaron que sus animales nunca habían demostrado en cazar ni manifestaron signos de intolerancia hacia sus otros hijos, pero que, sin embargo, sí pudieron ver el principio de una conducta agresiva frente al bebé.

También sucede que muchos perros y gatos tienen temor frente a los niños más pequeños, por lo que antes de acercarse a un bebé, será más probable que ellos se escapen del niño. Otro de los factores que podrían desatar en ellos una conducta agresiva, es el simple hecho de tener celos de los mismos.

Por lo tanto, los adultos deben estar muy atentos cuando el bebé comience a arrastrarse y a gatear, para lo cual deberían tener la seguridad de que su perro responda bien a sus órdenes de posición mientras el bebé se mueve cerca, o, caso contrario, directamente separar totalmente a sus hijos de la mascota. Eso si, si su perro responde perfectamente a las orden, recompénselo con caricias y palabras de elogio.

Con todo, es menos probable que un gato hiera intencionalmente a un pequeñín, salvo que se esté defendiéndose de alguna “provocación” del mismo. Posiblemente, esto se dé por el hecho de que los instintos depredadores de los gatos domésticos, se ponen en juego sólo frente a presas mucho más pequeñas.

De todas formas, tanto los gatos como los perros pueden ser provocados por los bebes y los niños pequeños, con lo que incluso los más mansos podrían llegar a reaccionar.

Por eso, cuándo el bebé se convierta en un nene, sería importante tomarse tiempo como para supervisar la interacción que mantengan ambos. Permanezca atento y enséñele también a su hijo niño a respetar a su mascota, pues la mayoría de las veces, podrá necesitar proteger más a su animal que a su hijo...


By: Mascotas y niños: una convivencia que se debe enseñar

La dentadura de tu gato

A lo largo de toda su vida, tu gato tiene dos conjuntos de dientes: uno temporal y otro permanente. Los gatitos tienen 26 dientes temporales (los molares no están durante esta etapa), y los adultos tienen un total de 30 dientes.


Los dientes temporales o “dientes de leche” comienzan a aparecer cuando el gatito tiene cuatro semanas de edad, a las seis semanas de vida, los 26 dientes de leche estarán presentes en la boca. Desde la semana 11 a la 30, los gatitos van perdiendo sus dientes de leche, durante este período, el animal puede comer menos por dolores en las encías.

Cuando los dientes de leche se caen, son reemplazados por los dientes permanentes (30 en total). Los dientes permanentes deberían estar en su lugar aproximadamente a los seis meses de edad,

la dentadura de un gato está constituida para triturar, desgarrar y cortar. Doce pequeños dientes en la parte frontal de la boca (incisivos): seis en la mandíbula superior y seis en la mandíbula inferior hacen el trabajo de corte. Estos dientes vienen seguidos de dos caninos superiores y dos caninos inferiores, a veces descriptos como “colmillos”, diseñados para aprehender a la presa y desgarrar la carne. Luego vienen diez agudos premolares y cuatro molares que actúan en conjunto para triturar la comida.

Ocasionalmente, un gato puede retener algún diente temporal una vez que han aparecido los dientes permanentes, este diente de leche debe ser removido tan rápido como sea posible para evitar que saque de lugar al permanente o que lastime los tejidos blandos de la boca del animal.


By:  La Dentadura de tu Gato